jueves, 11 de abril de 2013


PANFLETOS DE UN TOCAPELOTAS CON DOS


No aspiro a mayor honra que la de parecerme a los míos.
Antonio, Benita y Paulino


Principios y métodos
De pequeño mi padre me cantaba canciones. Y cuando digo pequeño digo cuando empecé a tener razón y a usarla. Eran viejas canciones y todavía las recuerdo, pero hay una que me afecta personalmente:
Somos los tanquistas revolucionarios
que luchamos todos por la libertad.
Queremos que cesen tantas injusticias
Y desaparezca la desigualdad

Es el himno de los tanquistas del ejército leal que defendían la República frente a la sublevación militar, en el que mi padre combatió y de los que fue comisario político y conductor de tanque. Ahora la canturreo y me reafirmo en que esos han sido los principios que he intentado que me orientaran en la vida. A veces los he traicionado, que la carne es débil o la necesidad es mucha. Pero nunca los he olvidado. Tampoco la forma de hacerlos realidad, que también me la dictaba la canción:
Ay, ay, ay, tirano burgués,
Ay, ay, ay, qué mal te va a saber.
Ay, ay, ay, qué viva nuestra unión,
Que somos los tanquistas
del quinto batallón”.

Esos principios son los principios de estos panfletos.


Contra el sistema o el caos
Leo de Felipe González: “Hay una crisis institucional que galopa hacia la anarquía”. Mister X siempre ha sido un bocas. Gatos negros o blancos. Puñaladas en Nueva York. Enterado del GAL por los periódicos. La verdad es que se le vio muy pronto el plumero. Tan pronto como para no sorprenderme ahora de su entusiasmo por la vieja máxima de los satrapas de toda la vida: “Yo o el caos”. Pero Mister X es moderno. La mismísima modernidad que trajo esta modernísima actualidad que vivimos. Tan antigua. Por eso ha puesto al día la consigna y la ha convertido en “El sistema o la anarquía”.

Contra los chantejeados
Dicen: Bárcenas está chantajeando al PP. Y casi nos dan pena los pobres, sometidos a la codicia de un sub-humano. ¿Han considerado tan doctos doctores que para que el chantajeador ejerza su chantaje es imprescindible que el chantajeado tenga miserias que motiven el que puedan chantajearle? ¿Qué maldad es peor? ¿La del chantajista que intenta aprovecharse de  las miserias del chantajeado para chantajearle o la del chantajeado que ha dado motivos para que le chantajeen? “Ni tu verdad, ni mi verdad; la verdad” escribió el poeta desaliñado. Ni tu chantaje ni mi chantaje, parafraseo ahora. ¡La verdad!


Contra la patria
Leo de un tal general Chicharro, que pidió la intervención militar para impedir la autodeterminación de los catalanes: “la patria es anterior a la constitución”. Y yo me pregunto: ¿Hasta dónde llega la anterioridad de lo anterior? ¿En qué olvidado momento del pasado reside el patriotismo? ¿En qué cueva? ¿Bajo qué risco?  ¿Buscaremos la patria en los crímenes del Franquismo? ¿En la sevicia y la traición de Fernando VII? ¿En la tiranía imperialista de Isabel y Fernando? ¿En el a sangre y fuego de Covadonga? ¿En el trabalenguas de los reyes godos? ¿Tiene un límite la anterioridad de la Patria o tendremos que acabar pintando bisontes en Altamira? Lo cantó Chicho y tantos lo repetimos: “dicen que la patria es un fusil y una bandera. Mi patria son mis hermanos que están labrando la tierra”



Contra los desahuciadores
Las fuerzas vivas, políticas, económicas y mediáticas, ponen a parir los llamados escraches. Es decir, la reivindicación directa del atropellado en la cara de los responsables del atropello. ¿Han pensado tan insignes ciudadanos que el acosado que acosa a su acosador no hace sino ejercer un acto de justicia retributiva del acoso? Propongo la creación de los “desahuciados del frac”. Que a cada político que legisla la injusticia, a cada banquero que se aprovecha de esa legislación y a cada periodista que la justifica le sigan uno, dos, tres o más desahuciados con un cartel que diga: “FULANITO DE TAL es cómplice de que me hayan quitado mi casa”. Que no digan nada, que no entren en ningún portal, que no le partan la cara a nadie aunque se lo merezca. Sólo que estén ahí, en la acera de enfrente, denunciando en la cara del desahuciador su villanía.

Contra el estado de bienestar
Viene a decir Josep Ramoneda en El País que la población está preocupada por la desaparición del estado de bienestar. Yo estoy en contra del estado de bienestar. Quiero que el que tiene tres coches ceda dos a los peatones a la fuerza. Quiero que el que posee dos yates pase uno al Inserso para que los viejecitos disfrutemos del mar. Quiero que el que veranea a crédito en Cancún pase agosto en el pueblo de los abuelos. Tener tres coches, poseer dos yates o veranear a crédito en Cancún es bienestar. No lo necesito para nada. Quiero que mi cuñada viva en una casa digna. Quiero que mi nieto estudie en un colegio público. Quiero que mi hija cobre un salario digno por un trabajo digno. Quiero que si no me gustan ciertos políticos pueda cagarme en ellos en voz alta. La vivienda, la enseñanza, los derechos laborales y la libertad no son bienestar. Son justicia. Prefiero el estado de justicia al estado del bienestar. 


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