lunes, 8 de junio de 2015

EN MEMORIA DE RONNIE GILBERT (1926/2015)

En memoria de Ronnie Gilbert (1926/2015)






Nunca fui antiamericano porque siempre supe que había americanos como Ronnie Gilbert.



Ni siquiera en los tiempos más sectarios, cuando el antiamericanismo era carne ideológica de cualquier rojo del mundo que se preciara. Porque existían en América muchas Ronnie Gilbert.

Por supuesto que estaba contra la guerra de Vietnam, el racismo, el bloqueo de Cuba, las bases en España y todo aquello del american way of life, símbolo de adocenamiento, comodidad y venta a plazos que entonces era moda foránea y hoy está instalado en nuestros cerebros. Me manifesté en contra de ello, repartí panfletos, pinté yakees go home en las paredes y me acordé mil veces de la familia de Johnson o Nixon. Pero nunca fui antiamericano. Siempre supe que en el vientre de la bestia, en las tripas mismas del sistema resistían americanos como Ronnie Gilbert. Y tantos otros que hoy no nombraré.



En 1968, casi da vértigo escribirlo, un amigo mayor que yo, Fernando Santos Fontela, que con el seudónimo de Ramón Padilla había publicado un libro que sería fundamental para mi formación, “Canciones de protesta del pueblo Norteamericano”, me prestó el primer disco que escuche en mi vida de The Weavers. Y allí estaba Ronnie Gilbert, dándole con el flaco Pete Seeger, el gordo Lee Hays y el elegante Fred Hellerman las buenas noches a Irene por recado del viejo Leadbelly. Me dejaron fascinado, y la clara voz femenina del cuarteto, una clara y cálida voz de contralto, transparente y perfectamente modulada, se instaló en mi memoria para siempre.

The Weavers fueron el primer grupo norteamericano que consiguió el éxito universal interpretando música folklórica y canciones de contenido social y político del todo el mundo. No tengo  el libro delante, pero aún recuerdo con que retintín un tanto amargo le contaba Seeger a Padilla el nacimiento del grupo. Todos sus integrantes eran veteranos músicos comprometidos, cantantes habituales en manifestaciones, huelgas y centros sindicales. Militantes del canto y de la política, tenían que ver, no obstante, cómo a la hora de montar grandes recitales solidarios o para recoger dinero se les ignoraba para aprovecharse de la fama de los que, menos politizados, disfrutaban de mayor éxito. Crearon entonces The Weavers, que inmediatamente triunfaron al mayor nivel con un repertorio insólito hasta ese momento en un grupo estadounidense. Sus versiones de "Darling Corey", "Greensleeves". "Kisses Sweeter Than Wine", "Around the World", "Rock Island Line", “Suliran”, “tzena, tzena,tzena” o “Wimowhe”, entre tantas otras, son memorables.

Especial emoción me provocó escucharles aquella vieja canción de la guerra civil española que mi padre me cantaba en la infancia. Por lo bajines. Quizás al tiempo que me contaba ycontaba de aquellos americanos de la Brigada Abraham Lincoln que atravesaron el océano para pelear por la República. Como Ronnie Gilbert.


Pero Joe McCarthy debía ser un canalla pero no un tonto. Pronto se dieron cuenta los inquisidores de que cantando lo que cantaban The Weavers no podían ser trigo limpio. Conocieron las prohibiciones, los boicots, los juzgados y las listas negras. El macartismo acabó con el grupo, que se disolvió siguiendo cada uno su camino.

Ronnie Gilbert se casó, tuvo una hija, se trasladó a California, estudió sicología, trabajo de terapeuta, participó como actriz en importantes proyectos de teatro alternativo y siguió cantando contra la guerra, por la causa feminista, a favor del mantenimiento del planeta, por la solidaridad internacional. Como siempre.


Cuando en los años ochenta, ella andaba ya por la sesentena, conoció a una joven cantante, Holly Near, buena como ella, contestataria como ella, regresó a los estudios de grabación y realizó, en dúo y en solitario algunos de sus mejores trabajos musicales.

En 2004, reiniciando su vocación de pionera, se casó en San Francisco con Donna Korones, que había sido su compañera de vida y manager durante tres décadas. Fue uno de los primeros matrimonios homosexuales de Estados Unidos. Ronnie Gilbert tenía 78 años.
                                       
Ronnie Gilbert falleció el pasado sábado, 6 de junio de 2015, a los 88 años de edad. Nunca he sido antiamericano porque supe de Ronnie Gilbert. Los que luchan toda la vida siempre me han conmovido.