Una canción con Antonio Resines para Ricardo Solfa y
Javier Batanero
Pocos conocerán,
estoy seguro, el dúo que formaron Ricardo Solfa y Javier Batanero, tan
distintos entre sí, interpretando esta canción de Antonio Resines y mía, tan
diferente a sus repertorios habituales. Aunque la protagonista de esta nota sea
la canción, quizás sea conveniente dar algunas pistas sobre ella, dado que
nunca se ha publicado y que formó parte de la banda sonora de un programa
televisivo.
Creo que fue
saliendo aquel mismo día de Prado del Rey cuando se nos ocurrió el posible
presentador, Ricardo Solfa, y el título, España en Solfa, aunque francamente no
recuerdo qué fue antes, si el huevo o la gallina. Pero como las pelotas que
primero tocan los tocapelotas son las propias, a la hora de pensar lo que
queríamos hacer nos metimos en tal lío que nos tuvo casi dos años en el empeño.
Creo que no salimos mal del todo de él, pero nos llevó una cantidad de trabajo
del copón, con el consiguiente consumo de neuronas que acabaron en nada. También elegimos firmar con el seudónimo colectivo de La Bestia del Lago, que eran muchos nombres y funciones para un sólo cartel.
Uno de los episodios
que personalmente me parece que no quedó mal del todo fue el correspondiente a
la música de la guerra civil, al que pertenece la canción de hoy.
Partiendo de la
idea de que las canciones de la guerra civil fueron las últimas que se
transmitieron por el sistema folklórico tradicional del boca-oído, pensamos que
los protagonistas bien podían ser un ciego y su lazarillo, que con sus pliegos
de cordel y su guitarra desafinada a cuestas simulaban realizar un doble viaje:
geográfico, de Madrid a Francia, y temporal, del presente al pasado. A lo largo
del camino, mientras cantaban sus coplas en plazas y tabernas, se encontraban
desde con un pregonero pueblerino con trompetilla, que tenía la cara de José
Antonio Labordeta, hasta con el periodista Ricardo Cantalapiedra (que hablaba
de la canción comercial de la guerra), el folklorista Luis Díaz de Viana, que
analizaba las canciones de guerra, y el novelista Manuel Andujar, que comentaba
esas mismas composiciones desde la propia experiencia de haberlas oído y
cantado en su momento. Ni que decir que el ciego era Solfa y para el lazarillo
no pensamos que pudiera haber otro que mejor diera el punto de golfería
necesaria que Javier Batanero.
Y llega la
canción. Naturalmente hacía falta dar algunos apuntes sobre la propia guerra, y
decidimos no hacerlo a través de una voz en off que relatara la historia de la
contienda, sino con algunas canciones que le dieran a esas partes un tono más
lírico que documental, que contrastaría con las imágenes estrictamente reales
que las acompañaban. Salieron unas 15 minutos de canciones para cuya grabación
contamos con la ayuda, cantando, de Luis Pastor y Vainica Doble, aparte del
propio Resines, que también hizo los arreglos y tocó junto a Judas Sanz, Juan
Alberto Arteche y Miguel Ángel Chastang.
De aquella banda
sonora he elegido “La Caída”, que habla de la pérdida de la guerra y el camino
al exilio, que Ricardo Solfa y Javier Batanero cantaron de manera a mi entender
magistral y emocionante. He recuperado las canciones, pero no las imágenes, por
lo que le he puesto unas cuantas y excelentes fotos de Robert Capa, quizás
quien mejor narró en imágenes aquel éxodo.
Para situar la
canción y el programa, le podéis echar un vistazo a los primeros minutos del
capítulo, que he recuperado y que os darán una idea del ciego y su lazarillo,
del cartelón que les pinto Pedro Arjona y de la manera en que entraban las
partes de documental musical.
Resulta que ya
había colgado por aquí una de las canciones del programa, la que cantaban
Vainica Doble.
Y para
finiquitar el asunto, reproduzco algunos recortes de periódicos (El País, El Mundo,
Diario 16 y El Independiente), que hay que decir que se portaron estupendamente
con el programa. Habría que ver si hoy en día hubiera ocasión de hacer un
espacio similar si obtendría la misma atención de los medios.
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