viernes, 17 de mayo de 2013


Ángela Davis. Entrevista babeante. 1973.





“Ángela, te meten en la cárcel, /Ángela, que derribaron su hombre / Ángela, eres uno de los millones / de presos políticos en el mundo. / Hermana, hay un viento que nunca muere / la hermana, estamos respirando juntos Hermana, / nuestro amor y esperanza siempre deben /seguir en movimiento,/ oh, tan lentamente en el mundo./ Te dieron sol, te dieron el mar/ ellos te dieron todo/ la llave de la casa, pero la cárcel/ Te dieron café Te dieron té /Ellos te dieron todo , pero la igualdad de Ángela, /¿puedes oír la tierra /se está convirtiendo? /Ángela, el mundo te mira/ Ángela, que pronto va a regresar/ a sus hermanas y hermanos en el mundo/ Hermana, usted sigue siendo /una maestra de la gente hermana,/ tu palabra llega lejos Hermana,/ hay un millón de razas diferentes ,/ pero todos compartimos el mismo futuro/ en el mundo que te dieron/ el sol Te dieron el mar/ Ellos te dieron todo/ lo que la llave de la casa,/ pero la cárcel /Te dieron café Te dieron té /Ellos te dieron todo , /pero la igualdad de Ángela,/ te meten en la cárcel, Ángela,/ que derribaron su hombre Ángela,/ eres uno de los millones de presos políticos en el mundo” (Traducción: Don Traductor de Internet)



Para un veinteañero español de 1973, aún con la sombra del acné bajo la reciente barba, comunista y apasionado por la lucha de los negros estadounidenses y pajillero que empezaba a escribir en los periódicos, conocer y entrevistar a Ángela Davis –mujer, negra, inteligente, comunista y guapa—era como culminar una fantasiosa orgía revolucionaria, si es que tal cosa pudiera existir. Por eso no es de extrañar que cuando a primera hora de la mañana del 1 de enero de 1973 recibió ese joven una llamada de un amigo diciéndole que Ángela Davis estaba haciendo escala en Barajas, donde permanecería una horas antes de salir para Cuba, su destino final, se me fueran de inmediato todos los vapores de la sidra El Gaitero que había ingerido. (Hay que decir, como nota informativa, porque igual hay algún joven que no lo conoce, que en aquellos años, en plena guerra fría y en pleno bloqueo estadounidense a la isla caribeña, no se podía viajar de Estados Unidos a Cuba directamente, y quienes lo hacían debían establecer líneas quebradas de viaje que incluían escalas en algún país nórdico europeo y Madrid).

Tengo algunas dudas sobre cómo fue exactamente el asunto, porque lo que recuerdo y algún dato que aparece en el artículo no coinciden, pero como el periodista de “El hombre que mató a Liberty Valance” considero que si la leyenda se contradice con la realidad, hay que imprimir la leyenda, así que vamos con lo que recuerdo.

La llamada llegó después de una noche alcohólico festiva en la fiesta clandestina que cada año organizaba el PCE y sus simpatizantes para celebrar que el paso de esa hoja concreta del calendario indicaba que quedaba un año menos de dictadura, apreciación justa fuese lo que fuese a durar el franquismo. El que llamaba era Juan Romero, compañero en aquellos tiempos, junto a Álvaro Feito y Tina Blanco, en los artículos que firmábamos como Equipo Ernesto Sandino, fuese quien fuese el que los escribiera. Una azafata amiga que había traído a Ángela Davis le había despertado para contárselo y él me despertaba a mí. Estaba el problema de que yo no tenía ni idea de inglés, pero Juan era una joya, no sólo hablaba la lengua del hombre blanco sino que tenía cámara de fotos y coche.

Ángela Davis era perfectamente distinguible en la sala de pasajeros de Barajas, a la que entonces se podía acceder sin carnet periodístico de ningún tipo, que por lo demás no teníamos, ni pedir permiso a ninguna autoridad competente. Negra, altísima, aún más alta por la rizada cabellera negra que la coronaba, destacaba desde lejos de la multitud. Iba acompañada por un par de personas. Nos acercamos, nos presentamos: “mire usted, señora, somos dos jovencitos rojos españoles que queremos entrevistarla”, e inmediatamente estábamos hablando largo y tendido sobre intereses comunes en una charla distendida y cómplice.

Debimos darnos prisa en tenerlo preparado (y esa es mi principal contradicción con la realidad) y llevarlo al diario INFORMACIONES, entonces el “progre” de Madrid, donde aceptaron publicarlo aún sin tener ni idea de quienes eran esos ernestos sandinos tan barbados. Lo publicaron el día 2 e incluso pusieron una pequeña llamada en portada.

Como periodista y como lector de periódicos siempre he sido contrario a las llamadas “exclusivas”. Creo que si la noticia es importante debería publicarse en todos los medios para que llegara a la mayor cantidad de personas posible, y si fuera una tontería, como suelen serlo la mayoría de las que se presentan como informaciones sensacionales, sencillamente no deberían publicarse. Todo lo más en un breve. Lo demás no es periodismo es márquetin. En esta ocasión, no obstante, me gustó que no hubiera nadie más (claro que yo por entonces prácticamente desconocía eso de las ruedas de prensa) y que la conversación pudiera ser distendida y tranquila.

Complemento la entrega con el escaneado de un largo artículo que había publicado Ángela Davis en julio de dos años antes en la revista MUNDO SOCIAL. Parece claro por las notas a mano que me sirvió como documentación para la entrevista.

También he buscado un par de canciones que sirvan de ilustración musical y que pueden demostrar, a quienes por edad u otra condición no conozcan suficientemente a Ángela Davis, su importancia histórica y la repercusión que alcanzó, y que aún mantiene hoy en día, fiel a sus principios y coherente con ellos. 





Ángela Yvonne Davis, nacida el 25 de enero de 1944 en Birmingham (Alabama), de raza negra, miembro del Comité Central del Partido Comunista de los Estados Unidos, ha pasado por Madrid vía La Habana. Invitada oficialmente por el Gobierno de Fidel Castro para celebrar las fiestas de año nuevo y la fiesta nacional de Cuba, que tiene lugar el 15 de enero, llegó al aeropuerto de Barajas, procedente de Francfurt, la noche del pasado sábado 30 de diciembre.

Su estancia en Madrid ha sido breve, apenas unas horas, ya que el domingo día 31 partía de nuevo hacia La Habana. En estas cortas horas, Ángela Davis no ha salido del hotel, excepto para asistir al espectáculo que un grupo de danza y canción cubano ofrece en una discoteca madrileña. En todo momento, Ángela Davis ha estado acompañada por miembros de la Embajada cubana, que la han acompañado tanto al espectáculo como en sus desplazamientos al aeropuerto. El motivo de su paso por Madrid fue la negativa del Gobierno mejicano para permitirla utilizar su territorio como punto de partida hacia Cuba, viéndose obligada a pasar previamente por Alemania y España.

A. Davis fue puesta en libertad el 4 de Junio del recientemente acabado 1972. Estaba en la cárcel desde el 13 de octubre de 1970 y durante todo este tiempo había pesado sobre ella una petición fiscal de pena de muerte, acusada de haber facilitado las armas que utilizó Jonathan Jakson en el asalto a un Juzgado de San Rafael (California) exigiendo la libertad de su hermano George Jakson. Con motivo del juicio se organizó una campaña de protesta a escala mundial, dando lugar a una situación que remitía a casos judiciales famosos en la historia de Estados Unidos, como los de Joe Hill (1915), Sacco y Vanzetti (1927) o los esposos Rosenberg (1953), tanto por su contenido político como por la ola de pasión levantada. La Prensa internacional prestó al caso una especial atención, publicando infinidad de noticias, comentarios y biografías sobre ella. (INFORMACIONES publicó los días 29 de febrero, 1 y 2 de marzo de 1972 una serie de reportajes sobre el caso).

Al ser puesta en libertad A. Davies expresó su intención de continuar la «lucha por la liberación de su raza». («Éste no es sólo el día más feliz de mi vida, sino el día en que aquellas personas que habían luchado por mi libertad iniciaran conmigo una lucha contra la opresión.») Desde entonces ha participado en la campaña electoral americana explicando su idea del país y ha viajado por todo el mundo.

En la Unión Soviética la concedieron el premio Lenin de la Paz y ha sido elegida miembro del Comité Central del Partido Comunista estadounidense.

En Madrid, Ángela ha dicho acerca de su actividad en favor de la actuación de varios activistas políticos condenados por diversos delitos:

--Esta es en estos momentos nuestra preocupación, y parece como si hubiera una posibilidad de ganar este caso de los presos políticos, pero la única forma posible es conseguir el apoyo de un amplio movimiento de masas. Estamos tratando de crear este movimiento en torno al caso de Rap Brown, así como el del «hermano» Ben Chaves, de Carolina del Norte, y unos treinta «hermanos» y «hermanas» más que tienen que ver con él. Hay, además del caso de Richard McGee, en California, los seis de San Quintín, entre ellos Fleeta Drungo, Emory Butler, en Atlanta, y podría seguir citando nombres, ya que conocemos positivamente que hay cientos de casos y sabemos también que hay otros cientos más en el anonimato. Millares en total.

--¿Cuál es su opinión sobre la política desarrollada por el Gobierno norteamericano en Vietnam en estos momentos?

--Como decía, antes, tenemos que tratar de movilizar todas nuestras fuerzas en todo el mundo para poner fin a esta guerra. Está claro desde un principio que la estrategia de Nixon fue presentarse con un papel pacífico para ser reelegido, y en cuanto ganara desencadenar la agresión otra vez. Y esto es lo que yo dije en muchísimas charlas antes de las elecciones y en lo que insistimos mucho; ahora nuestras predicciones se han cumplido.

--¿Ha pensado en escribir un libro?

--He pensado en ello, pero de momento no sé si lo haré, porque hay mucha actividad política que desarrollar y no tengo tiempo para ponerme a escribir.
Desde la llegada de Ángela Davies al aeropuerto, donde finalmente nos hizo estas declaraciones, estuvo rodeada de gente que acudía a saludarla, entre ellos los miembros del grupo de baile cubano que fueron a despedirla y algunos pasajeros del avión en el que viajaría a Cuba.


Ángela Davis tuvo una estrecha amistad con el principal protagonista del asalto al Tribunal de Justicia de San Rafael, en California, Jonathan Jackson. Jonathan murió en la operación. Era hermano de George Jackson uno de los dirigente del grupa activista negro «Hermanos Soledad», con John W. Ciuchette y Fleta Drungo. George murió en un intento de fuga de la prisión el 21 de agosto de 1971.

Después de la muerte de George Jackson los «Hermanos Soledad» fueron diseminados por varias cárceles. Los seis de San Quintín son el grupo que junto a Fleta Drungo forman cinco presos negros más que se solidarizaron en su dia con los “Hermanos Soledad”.

Rap Brown, líder del llamado Comité Coordinador Estudiantil No-Violento, está condenado a veinte años de cárcel por terrorismo, aunque pesan otros cargos contra él y el reverendo Ben Chaves, es un dirigente chicano deCarolina del Norte. Por último, está Richard McGree, condenado bajo acusación de poseer y consumir drogas.


NOTA. Supongo que habrán notado la contradicción entre memoria y realidad. Sí es verdad lo que recuerdo, las fechas del texto están equivocadas. Si el artículo es exacto, que sin duda lo es, mi recuerdo vive por su cuenta. Sea como sea, tanto el escrito como lo recordado existen. Lo escrito en el papel, la memoria en mi cerebro.

NOTICIA DE PORTADA DEL DÍA DE LA ENTREVISTA



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"Mundo Social" (1970)













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