domingo, 14 de abril de 2013


Pete Seeger o la fidelidad







Con Arlo, el hijo de Woody. 
La melodía también fue utilizada por John Ford
en 1939 en "Las uvas de la ira".
No era casual. Ford ayudó a la República
e incluso le donó una ambulancia


Siendo Seeger uno de los cantautores que mayor respeto me merecen y cuya obra más admiro, no he llegado a conocerle nunca, pese a que no faltaron ocasiones. La primera vez que él vino a España en 1971, yo estaba en el trullo (Elisa Serna fue a contarme luego la reunión que Adolfo Celdrán y ella habían tenido con él). La última, cuando hace 20 años se celebró en Barcelona el 25 aniversario de “Al vent”, la canción de Raimon. Pude pasar después del concierto detrás del escenario y saludarle, pero no lo hice. Me hubiera gustado tener una larga conversación con él, claro, pero darle la mano y decirle “Mr. Seeger, le admiro mucho, deme dos besos que no me voy a lavar la mejilla en un año” me parecía una chorrada mitómana. Y chocheo un poco, pero todavía no me ha alcanzado esa enfermedad.

Pete Seeger cantaba dos canciones en uno de los tres primeros discos que compré de una tacada en mi vida. Debió ser en 1966. Los otros dos fueron “Byrd” de Charlie Parker y “Cuadros de una exposición” de Mussorgsky. El tercero era un colectivo de folk estadounidense en el que, aparte de Seeger, estaban, que recuerde ahora, Dylan, Johny Cash  y P.F. Sloan. Dos o tres años después, Joaquín Díaz facilitó la publicación de sus primeros discos en España, en el sello Movieplay, y casi al mismo tiempo hice amistad con Fernando Santos Fontela, que vivía en USA y que publicó, con el seudónimo de Ramón Padilla, el libro “Canciones de protesta del pueblo norteamericano”. El me trajo un montón de discos que incluían joyas de Peter Lafarge, Malvina Reynolds, Sonny Terry, Paxton, Ochs, Collins, Richard y Mimi Fariña, Julius Lester, Guhrie… Y por supuesto Seeger. En fin, que me puso en casa.

Con estos antecedentes escribí el primer artículo sobre él que recuerdo. Fue en DISCÓBOLO, en …., y lo hice a medias con Álvaro Feito, también colaborador de la revista y cuya mano veo ahora al releerlo, especialmente en el profundo conocimiento del cantante que muestra el texto. Fue la primera vez que escribimos juntos, una costumbre que después, con Tina Blanco convirtiendo el dúo en terceto, repetimos con frecuencia bajo el seudónimo colectivo de Equipo Ernesto Sandino (para disimular el rabo y los cuernos). Le siguen dos escritos de 1984, publicados, respectivamente, en EL PAÍS y MUNDO OBRERO.

Si no leéis los textos no me importa demasiado, ahora sí, como no escuchéis y veáis las canciones que adjunto me voy a coger un cabreo de tres pares de narices.




DISCÓBOLO. 11 DE ABRIL DE 1970

"Venceremos, venceremos,
venceremos  algún día.
En el fondo de mi alma
estoy convencido
de que venceremos...”
Pete Seeger, "We shall overcome".

LOS jóvenes nos dan una lección". Son palabras de un hombre joven de cincuenta años en el intermedio hablado de la famosa canción Triunfaremos (We shall overcome) --auténtica canción folklórica del siglo XX, creada anónimamente hacia 1945, y hoy definitivamente aceptada para siempre -- , que figura en el disco de 30 cm. que se va a lanzar inmediatamente al mercado español, si no lo ha sido ya cuando estas palabras sean leídas. Un magnífico disco, conteniendo, además, temas como ¿Qué se hizo de las flores?, Turn, turn, turn y Guantanamera, que son, probablemente, las cuatro canciones más divulgadas y popularmente conocidas del gran musicólogo y folklorista norteamericano de entre sus miles de canciones adaptadas, creadas o interpretadas por él. Sí, habéis leído bien: miles. Y no es cifra ni efectista ni falsa. Es la cifra necesaria para llenar el contenido de los cien LP's que Pete Seeger ha grabado a lo largo y ancho de su inagotable, incansable vida de hombre bueno entregado a dos pasiones: la música y la justicia, el arte y el hombre; las dos cosas más grandes creadas por Dios en esta vida, tan a menudo triste y vacía, por causa, precisamente, de la explotación del hombre por el hombre, y por la carencia de belleza.

TRAYECTORIA

Procedente de una familia eminentemente incrustada en la música, siendo su padre, Charles, un estudioso profundo de las tradiciones orales de su país, y su madre una consumada intérprete de violín y "fiddler", se puede decir de Pete Seeger que es el punto de partida de un nuevo hombre de nuestro tiempo, en el aspecto artístico-musical. Con los precedentes de Joe Hill y Woody Guthrie, cuya vida y amistad compartió durante muchísimos años; con los trabajos en común junto a los Almanac Singers (1941-42) y a los Weavers (1949-1953) ; con su actividad en las editoriales de Canciones del pueblo, Sing Out y Broadside --de la que es, desde 1962, asesor--; con sus cientos y cientos de recitales en Universidades americanas e inglesas; con su enorme cantidad de giras a través del país, y de toda la tierra; con su trabajo en favor de los movimientos progresistas y partidos políticos avanzados y, sobre todo, con su sola presencia y la presencia física de sus canciones, de sus cientos de temas, con todo ello, la vida de Pete Seeger queda resumida en breves líneas, como seguramente él desearía, pero lo que no puede quedar resumido, sino ligerísimamente apuntado, es la categoría del hombre que tenemos delante. Esa categoría de hombres de las que tan necesitados andamos para volver a recuperar la fe perdida en una condición pecadora y justamente desprestigiada, por cuanto en cientos de siglos no ha sabido aún desterrar de entre sí la envidia, el rencor y la maldad, vértices engendradores de ese triángulo fatal que es opresión-miseria-guerra.

"HIPPY"

Las últimas apariciones de Pete Seeger, en los conciertos contra la guerra del Vietnam, en las gigantescas manifestaciones del "Moratorium Day" el pasado mes de noviembre en Nueva York, o en la campaña de reivindicación de los derechos de las minorías indias, nos han presentado al veterano Pete con un aspecto más jovial que nunca: con una espesa barba, con camisas de florecillas. Con la juventud, en una palabra, como siempre. Ahora, la juventud pura e idealista usa de aquellos símbolos para hacerse reconocer, y Pete está con ellos, precisamente en lo simbólico. La diferencia esencial con el "hippy" está en que Pete va más allá de esa superficialidad, y sigue trabajando como siempre de forma material en pro de unos objetivos ansiados, pero que hay que conquistar con esfuerzo, no simplemente con buenos deseos.

TOTALIDAD

Del mismo modo que los novelistas de nuestro tiempo persiguen la "obra total, la novela completa", Pele Seeger y su música ofrecen un aspecto integrador, totalizador de tendencias y formas. Como decía Malvina Reynolds: "No importa que nos llamen cantantes folklóricos, o lo que quieran; lo importante es que canten nuestras canciones".
En efecto, se debate hoy mucho acerca de términos como "pureza" en la canción folklórica, "sofisticación", "desviacionismo", etc., por aplicar términos algo más definidos que los aceptados masivamente por "canción protesta", "folklore", "canción tópica", etcétera. Cuando lo que importa no es tanto el continente, la denominación, cuanto el fondo, la expresión.
Por eso Pete Seeger se debe reír cuando los puritanos de siempre se escandalizan de oírle cantar Give peace a chance, por cuanto no se trata de una canción folk ni por asomo, sino de una canción pop.

CANCIONES

La capacidad de trabajo de Pete Seeger es asombrosa, como ha quedado demostrado al hablar de su dedicación al mundo de la canción; sin embargo, donde más clara queda su ductilidad, su variedad, y también su profundización en todos los temas que trata, es, sin duda, al escuchar sus discos grabados y las canciones c¡ue en ellos canta: sus discos abarcan todos los temas y formas imaginables, desde una lección de tocar el banjo (disco Folkways F18354), recitales en directo (disco CBS 5262J), pasando por todo tipo de experiencias y particularidades.

Algo parecido pasa con las canciones que interpreta. Mientras que otros cantantes del pueblo interpretan sólo sus propias composciones, o exclusivamente creaciones ajenas, sean o no folkóricas, Pete Seeger es el cantante que cuenta en su repertorio con casi todas las canciones del mundo, folklóricas (Oh Lousianna, Suliram, etc.), de autores modernos, como Tom Paxton (That's what i learned in school --Qué aprendiste en la escuela--), Les Rice (I can see a new day --Puedo ver un nuevo día--), o de Bob Dylan (Who killed Davey Moore --Quién mató a Davey Moore--), hasta llegar ahora a canciones pop, como Give peace a chanche. También compone sus propias canciones, bien sobre textos propios (Quién mató a Norma Jean, Metidos hasta la cintura en la ciénaga), o daptando poemas de autores conocidos, aunque no sean norteamericanos, tal es el caso de Nazin Hikmet, el gran poeta turco, con un texto sobre el cual ha compuesto la canción I come and stand at every door, o del ruso Sholojov, del cual está sacada su famosa canción ¿Qué se hizo de las flores? Si Pete Seeger fuera el único cantante del que quedaran discos en un futuro, podríamos reproducir toda la historia del folk americano a través de las canciones que él canta.

Igual sucede con los temas; Pete Seeger no es un cantante limitado por este o aquel tema; sus recitales y sus discos incluyen canciones de todo tipo: de amor (Mail myself to you, de W. Gulhrie); de protesta social (Mrs. Clara Sullivan's letter); sobre el problema racial (Si te sientas en la parte trasera del autobús); sobre el Vietnam (Si queréis a vuestro Tío Sam); canciones humorísticas, como The foolish frote, sobre una historia de su padre, y también canciones religiosas, como Turn, turn, turn. También merece especial mención su destacada atención por las canciones en castellano, de las que no suelen faltar en ninguno de sus discos. En todos ellos incluye   generalmente una en nuestro idioma, que va desde la clásica canción de niños, El parque Elysian, a las más comprometidas, Viva la quince brigada, y otras muchas, como Guantanamera, Cielito lindo, Qué bonita bandera,  etc.

Pete Seeger era hasta el año pasado uno de los cantantes peor representados en España; únicamente dos canciones suyas (Que se hizo de las flores y Mealing River) fueron incluidas en 1966 en un disco antología que, bajo el título "The best of Folksong", y también recogía canciones de Dylan y Johnny Cash, entre otras. Pero el año pasado han aparecido tres LP's, y está a punto de aparecer el cuarto, que sin duda será el mejor de ellos. Los tres discos aparecidos son muy distintos; uno de ellos, "Cantemos con Pete Seeger Vol I", editado por Movieplay, es uno de los primeros álbumes que grabó en su vida; predominan las canciones folklóricas y tiene un gran valor histórico; el volumen dos de la serie es un recital en directo, que permite apreciar la forma de hacer de Pete Seeger. El tercer álbum aparecido, éste con CBS, es también un recital en directo; se litula "3 saints, 4 sinners and 6 other people", y recoge canciones de diferentes autores, Guthrie y Sis Cunningham, entre otros.

FIDELIDAD

Pero este hombre permanece fiel a sí mismo. En cada época de su vida adoptó una postura, la que creía más conveniente, y ahora, de nuevo, no la va a variar porque existan los clásicos aguafiestas, los eternos ignorantes. Con músicas antiguas o con músicas nuevas, las letras de sus canciones serán invariables. Irán dirigidas a los sentimientos más humanos, si es que aún no están totalmente desgastados o deformados. Y gritará y gritará, continuará gritando contra la bomba atómica como lo hizo el mismo día de Hiroshima; gritará contra el totalitarismo de Hitler y el dogmatismo estalinista: gritará contra la represión, contra el fascismo de nueva hornada que suponen los tecnócratas y el imperio de los ordenadores electrónicos; gritará contra todo lo que suponga una mutilación de los derechos humanos en toda su amplitud, como la última de sus canciones, publicada en "Broadside", acompañada, además, de un artículo en la que se manifiesta contra el control de natalidad, asegurando científicamente que "un millón de bebés yanquis causan mayores problemas que cien millones de niños indios, porque el niño indio trece de forma natural comiendo arroz v calentándose con el fuego de carbón, mientras el bebé americano necesita de cientos de toneladas de gasolina, aceite, y todo lo demás, con la consiguiente polución del aire'', para acabar concluyendo: "es la gente rica de todo el mundo la que debe empezar a limitar su propagación".
Palabras inteligentes llevadas a inteligentes canciones que, precisamente por todo eso, siguen siendo boicoteadas por parte del "establishment", cuando no la represión violenta o el encarcelamiento. Todo eso lo ha vivido Pete, y no por ello ha cejado nunca en su empeño de luchar con todas sus fuerzas por la desaparición de las diferencias, el racismo y las injusticias que pueblan este ancho, largo, ajeno mundo.










EL PAÍS. 13 OCTUBRE 1984

Pete Seeger es uno de los últimos mitos vivientes que quedan en la música popular de este tiempo, si es que en este tiempo son posibles los mitos y si puede ser mítico alguien tan cercano y tan poco dado a dejarse mitificar como él. En su figura se dan, no obstante, algunas de las características que le sitúan como un personaje que ha entrado ya en la leyenda, configurando una imagen que sólo puede darse en la proyección histórica, entre la bruma de lo desconocido y el atractivo de lo irrepetible.

En Seeger confluyen la tradición del folk americano, su larga, complicada y atrayente historia, y la modernidad de un hombre que durante más de 40 años ha sabido estar siempre renovándose, a la vanguardia de una música que, sin ser vanguardista en el exacto sentido del término, se ha venido transformando y adaptando al paso del tiempo. Su obra se ha editado en España poco y mal, sin ningún orden ni sentido, como corresponde a una música marginal que no goza del beneplácito de la moda, pero de la que se puede decir, como decía aquel oyente del bluesmen Jimmie Rodgers: "Me gusta porque todo lo que canta es verdad". Discoplay, editora española del sello Folkways, viene regalándonos de manera inteligente y ordenada una buena parte de la discografía del cantante americano. Son discos de distribución especializada y restringida, pero no por ello menos recomendables. Al contrario, precisamente por ello, y por no tratarse de una editora estrictamente comercial, constituyen un esfuerzo doblemente valioso.

La fuerza expresiva de Pete Seeger surge con todo su poder en las grabaciones en directo, en las que se puede disfrutar de la capacidad de comunicación que derrocha el cantante. Su facilidad para conectar con el público, su versatilidad interpretativa, su expresividad directa e inmediata, su virtuosismo con la guitarra y el banjo y su sentido de la canción como algo compartido y liberador, brilla en sus discos en directo con especial fulgor.

Los dos álbumes que comentamos --grabado el primero de ellos en un pequeño club de folk neoyorkino, el Village Gate, con la colaboración de esos dos grandes bluesmen que son Memphis Slim, piano, y Willie Dixon, bajo, y el segundo en el Carnegie Hall, con la valiosa intervención del cantante y armonicista Sonny Terry-- son la quintaesencia de su arte. Canciones populares, alguna composición propia, blues, gospel, espirituals, música blanca y temas de Woody Guthrie, pasan por el tamiz de la voz personalísima, matizada y rica de Pete Seeger, dejando un regusto de reunión entre amigos, de cotidianeidad inimitable en la que poco importa que las grabaciones, como corresponde a la técnica del momento en que fueron hechas --mediados de los cincuenta-- no tengan la perfección sonora que hoy se puede conseguir.






MUNDO OBRERO. 2 MARZO 1984

La América que invade Granada como antes invadió la República Dominicana o Vietnam, la que quiere destruir el proceso revolucionario en Nicaragua e impedir que se dé en El Salvador. Pero hay también otra América que se puede amar, la de aquellos que en el centro mismo del imperialismo se enfrentan a los valores del Imperio, es la América de Jane Fonda y Pete Seeger, la de Angela Davis y Malcolm X, la de tantos ciudadanos, artistas o no, que siguen defendiendo, en las peores condiciones posibles, la lucha por la igualdad, la libertad y la justicia. Es la América de estos dos discos que acaban de salir a la venta y que nos devuelven la historia de las viejas luchas sindicalistas y por los derechos civiles.

Canciones del sindicalismo americano

La distribuidora española del ello americano Folkways sigue empeñada en ofrecernos discos que se salen de los cauces comerciales, que aportan una concepción cultural, histórica y políca de la canción estadounidense. El primero de ellos es este “Talking Union and other Unions songs", que reúne una selección de canciones sindicalistas, . creadas en el fragor de las luchas obreras desde principios de siglo lasta los años cuarenta, fecha en la que se grabó el álbum, interpretadas por los Almanac Singers.

"¿De qué lado estás tú?" es la pregunta que se hacían en una canción escrita en 1932 los mineros en huelga de Harlam County (Kentucky), tras una represión que costó más de doce obreros asesinados por los pistoleros de la patronal. Joe Hill, cantante sindicalista que murió asesinado en 1917, contaba en "Casey Jones" la historia de un esquirol que al intentar subir al cielo era repudiado por los propios ángeles, y Woody Guthrie, en 1940, hacia en su hermosa e impresionante "Union Maid" un canto a las mujeres que luchaban en los sindicatos, tras una actuación suya y de Pete Seeger en el transcurso de una huelga. Y estas canciones son ya historia, y la interpretación de los Almanac Singers, asociación de cantantes sindicalistas entre los que se encontraban, cómo no, Guthrie y Seeger, los grandes cantantes de blues Josh White y Leadbelly, Lee Hays y Bess Hawes, entre otros, nos muestran lo mejor de un pueblo americano que no se ha dejado vencer y cuya lucha permaneció viva aún después de la dura represión mcarthysta y hasta nuestros días. Este disco es un recordatorio y un ejemplo. Escuchar la versión original del "No nos moverán", que tantas veces se cantó en España mientras que, paradoja de las paradojas, se corría delante de los guardias, es un recordatorio de que se puede odiar el Imperio, pero no al pueblo americano.

Pete Seeger. Los derechos civiles hechos canción

Porque, además, esa capacidad de resistencia al sistema no se agotó en los cuarenta, sino que ha seguido hasta nuestros días. Las figuras de John Lennon, Country Joe, Jefferson Airplane y tantos otros son sólo la muestra de una actitud ética que ahora aparece explicitada en el segundo de los discos que comentamos, el primer volumen de las baladas de Broadside, revista que de mediados de los setenta hasta la década siguiente aglutinó a los más veteranos de la canción reivindicativa americana e incorporó nuevos nombres.

En este disco aparecen canciones de Seeger, de nuevo, de Phil Ochs, Mark Spoelstra, Happy Traum o Peter Lafarge, que cantan, con belleza y decisión, contra el racismo y contra la guerra, la injusticia. Tal vez destaquen sobre el resto las primeras grabaciones que hiciera Bob Dylan, que por problemas de contrato con la multinacional CBS debió ocultar su nombre bajo el seudónimo de Blind Boy Grunt.
Discos, en definitiva, para escuchar, reescuchar, disfrutar, admirar y aprender.



Como casi final, aquí va una muestra de vitalidad y fidelidad a la canción única. El 28 de febrero de 2012, q punto de cumplir 94 años dando una conferencia-recital a un grupo de estudiantes. Les habló del poder de la música. Ojo al final extraordinario, con el viejo haciendo cantar a todo el auditorio Whe Sall Overcome.




Y ahora sí. En 1965/66 Pete Seeger dirigió y presento en cadena pública televisiva de Nueva York y en otras onces estaciones el programa Raimbow Quest (La búsqueda del Arco Iris. Fueron 39 emisiones que han quedado registradas para la historia y que vistas hoy --cosa que se puede hacer pues la mayor parte de los programas, o al menos fragmentos, están colgados en Youtube-- aparecen como un modelo televisivo y musical basado en la simplicidad y la comunicación. Una mesa, tantas sillas como invitados, el presentador y sus invitados que van cogiendo y dejando sus instrumentos, charlando y cantando en un tono informal y distendido. Nada más y nada menos. Pasaron por el espacio todo tipo de cantantes de folk, de blues o de country, en una lista en la que figuran The Clancy Brothers and Tommy Makem, Tom Paxton, Elizabeth Cotton, Jean Ritchie and Bernice Reagon, Malvina Reynolds, Jack Elliott, New Lost City Ramblers, Doc Watson, Mimi and Richard Fariña, Patrick Sky, Len Chandler, Donovan, Shawn Phillips, Reverend Gary Davis, Judy Collins, Sonny Terry & Brownie McGhee, Mississippi John Hurt, Buffy Sainte-Marie y Johnny Cash & June Carter. Un cartel de lujo del que os dejo aquí al matrimonio Cash con la invitación de que a través de ellos lleguéis a los demás. Merece la pena.




No hay comentarios:

Publicar un comentario